Escrito por la Nutrióloga Nohemí López Badilla. Nutrióloga y Educadora en Diabetes en Nutrest

Varios estudios han demostrado que tener un perro puede generar una serie de beneficios para la salud y el bienestar general, así como la prevención y la disminución de la obesidad.

¿Por qué tu perro te puede ayudar a bajar de peso?

Los dueños de perros tienen una mayor actividad física y por lo tanto una mejor condición física que sería ideal para personas sedentarias o en casos de principiantes de una actividad deportiva en comparación con aquellos que no los poseen.

Puede ayudarnos a perder peso y a mantener la pérdida lograda a largo plazo, reduciendo así la tendencia a padecer Obesidad, por el sólo hecho de llevar a pasear a tu perro, al incrementar los niveles de ejercicio físico que realizamos habitualmente.

Un estudio realizado en Canadá encontró que quienes tienen perro caminan un promedio de 300 minutos por semana, en comparación con los 168 minutos por semana que recorren los que no tienen perro, y los dueños de perros señalaron que la necesidad de tener que cuidar a su mascota funcionaba como un motivador clave para generar esta diferencia.

Los perros se convierten también en compañeros de ejercicios para las personas, y psicológicamente es un factor de compromiso para cumplir con la rutina. De hecho, existen algunas disciplinas que involucran directamente al animal. Por ejemplo el Doga, que es una variante del yoga con perros, y también las carreras de relevo.

Es importante diseñar una rutina de deporte o juego. Debe ser acorde con las características de la raza de tu mascota. De lo contrario, estas diferencias podrían interferir directamente en la capacidad atlética de ambos.

Es importante que esa rutina de ejercicios la llevemos a cabo en lugares abiertos. Busca que no haya paso de vehículos, así evitas accidentes. Es preferible un parque con una zona verde donde tanto tú como tu mascota se sientan cercanos a la naturaleza y puedan correr libremente.

Toda disciplina debe irse introduciendo paulatinamente tanto en la persona como en el animal. La mejor manera es ir extendiendo el ejercicio poco a poco.

Por ejemplo, si se trata de una caminata, se pueden realizar dos caminatas diarias de 15 minutos. A la semana, esta caminata puede extenderse a 20 minutos, o incluir otra adicional de otros 15 minutos.

Si se desea acelerar el ritmo, se puede alternar la caminata con trote. Sin embargo, no hay que olvidar la condición de la mascota cuando se desea aumentar la resistencia.

Otros beneficios

Las investigaciones científicas han clasificado estos beneficios en cuatro áreas específicas:

  • terapéuticos
  • fisiológicos
  • psicológicos

Terapéuticos: Los animales como recurso terapéutico pueden ser incluidos en los tratamientos como terapia asistida motivacional o como terapia física. Este tipo de terapia ha potenciado la rehabilitación de pacientes con afecciones cardíacas y ha incrementado el porcentaje de supervivencia de la enfermedad coronaria.

Psicológicos: En un estudio realizado por Wood , los autores encontraron que los dueños de mascotas rara vez o nunca se sentían solos, les era fácil entablar nuevas amistades y tenían un mayor número de personas a quien recurrir ante una eventualidad o crisis, en comparación con personas sin mascotas.

Psicosocial: se han descrito como antídoto para el anonimato humano en los sitios públicos de la actual sociedad, promoviendo así la interacción entre personas desconocidas.

Fisiológicos: es un factor protector para las enfermedades cardiovasculares, ya que pueden modificar varios factores de riesgo: se disminuye la presión arterial, se reduce la frecuencia cardíaca, la ansiedad y el estrés por soledad y se liberan endorfinas al acariciar a las mascotas.

Así, tener una mascota no sólo permitirá decirle adiós al estrés y beneficiar nuestro cerebro, sino que mediante la compañía de un perro podremos llevar adelante nuestro objetivo de perder peso mediante un plan alimentario y la actividad física regular.

 

 

 

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